Ultraderecha venezolana no cree en democracia ni elecciones, intentos violentos y fratricidas tratan de enlutar la vida política del país.
El canciller Yván Gil afirmó que la ultraderecha venezolana no cree en democracia ni elecciones.
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A través de su cuenta de X, el canciller venezolano afirmó que la operación desestabilizadora estaría disfrazada de un supuesto “movimiento libertario” formado por mercenarios vinculados a la Operación Gedeón y dirigidos desde Estados Unidos (EE.UU.).
En su post, el canciller Gil advirtió que el movimiento ideado por la ultraderecha confesó un plan de desestabilización que “no requiere explicaciones”, al referirse a una publicación del prófugo de la justicia, Mario Iván Carratú Molina, que presuntamente tiene información de milicias ilegales formadas en EE.UU., que intentarán atacar a Venezuela.
El ministro de Defensa señaló que a medida que se acerca el 28 de julio aumentarán los intentos violentos y fratricidas que tratan de enlutar la vida política del país.
El ministro de la Defensa, Vladímir Padrino López, denunció este domingo un nuevo intento de agresión contra Venezuela, confesado por mafias que hacen vida en Estados Unidos (EE.UU.) y Colombia, a 4 meses de celebrarse las elecciones presidenciales del 28 de julio.
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A través de un mensaje en la red social X, antes Twitter, el alto funcionario castrense detalló que este nuevo ataque fue confesado por “las ociosas mafias que hacen vida en Miami y Bogotá”.
El también vicepresidente sectorial de Seguridad Política, Soberanía y Paz, alertó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ante estos planes desestabilizadores.
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Drama opositor: ¿Cómo pasar de una candidata filósofa a un candidato “filósofo”? (+Clodovaldo)
Entre filósofos se verán … ¿Quién lo hubiera dicho? En un abrir y cerrar de ojos, los militantes de cierto sector de la oposición pasaron de tener como candidata principal a una filósofa de alto coturno (pero con la perniciosa manía de escribir tuits barriobajeros) y asumieron al irónicamente llamado “filósofo del Zulia”, que nunca ganará un debate en torno a la dimensión ontológico-hermenéutica, pero —como buen perro viejo— late echado.
Este fue el repentino desenlace de la etapa de postulaciones y primeras lloraderas en el seno de esa parte de la oposición. Así que los dirigentes, activistas y simpatizantes de este segmento se han visto —o van a verse pronto— en la obligación de hacer malabares argumentativos para pasar de la idolatría a las personas que pueblan las alturas académicas, a la veneración de las astucias (parafraseando el título de un libro de Juan Nuño, uno de nuestros auténticos pensadores), porque el líder zuliano no calificará como intelectual, pero ¡vaya que le sobra maña!
Me explico, no vaya a ser que esto de volverse hermético sea un mal contagioso: la gente afín de María Corina Machado ya se estaba preparando para hacer una campaña en la que el currículum universitario de la doctora Corina Yoris era la cachiporra para apalear a los ignaros e iletrados chavistas, pero ahora tendrán que acomodarse mentalmente para dar sus alegatos a favor de… ¡Rosales!
Caramba, vaya bajón eléctrico este. Para los cristianos parece un castigo de Dios, aplicado en plena Semana Santa, y para los creyentes en la astrología, un rebote karmático de la temporada de eclipses. En cualquier caso, luce como una manera de que purguen sus espíritus de ese afán supremacista tan mal llevado que siempre los conduce a adorar a gente con mucha ilustración (o fama de tenerla) pero poca empatía con el pueblo, cuando no con un odio directo y espeluznante hacia los pobres y excluidos.
¿Cómo llegó esa parte de las oposiciones a semejante dilema que deja en pañales a la Paradoja de Epiménides? [En esta paradoja, el también filósofo Epiménides, que no es maracucho, sino cretense, afirma que “todos los cretenses mienten siempre” y entonces, ¿cómo saber si su premisa es cierta o falsa, ya que él también es cretense? Pero ese es otro tema].
La respuesta a esa pregunta (a la del comienzo del párrafo anterior, no a la de la paradoja) hay que buscarla buceando en las profundidades de la mentalidad escuálida, una tarea siempre bastante penosa, dicho sea, sin ofender. Veamos.
Anclados en el supremacismo
Todas nuestras oposiciones (son nuestras, nadie nos la puede quitar) han tenido, en mayor o menor medida, actitudes supremacistas frente al fenómeno del chavismo.
Ese supremacismo se ha expresado en lo social, lo étnico y lo académico e intelectual desde aquellos días en que las clases medias que se creen altas salieron a exigir que “¡con mis hijos no te metas!”. Tenían a sus pequeños cursando estudios en colegios de curas y monjas, pero a la vez estaban muy preocupados de que los malucos comunistas les lavaran el cerebro.
Fue el tiempo en el que los señorones y las señoronas se autodenominaron “la gente decente y pensante de este país” y descalificaron al comandante Chávez porque era zambo, llanero y faramallero (o sea, tipo pueblo).
Cómo olvidar el complejo de superioridad de los ejecutivos de Petróleos de Venezuela que se consideraban (y lo fueron, hasta que se tiraron por un barranco) un Estado dentro del Estado, una élite que no tenía por qué obedecer órdenes de un teniente coronel balurdo que no hablaba inglés y cantaba joropo.
En fin, ese supremacismo racial, social y académico-intelectual ha tenido múltiples manifestaciones hasta hoy (incluyendo algunas definitivamente criminales), pero para abreviar el recuento, digamos que la más prominente y actual expresión de esa manera de estar en el mundo, María Corina Machado, considerándose “dueña” de toda la oposición (ser dueña es su esencia, desde que estaba en pañales), apareció públicamente para anunciar a su candidata designada, Corina Yoris. Y punto.
La sustituta fue presentada como uno de esos seres superiores, no por ser tan oligarca como su tocaya, sino por ser una lumbrera de la filosofía, la literatura y la historia. Sus promotores se ufanaron de las credenciales universitarias de Yoris, y sacaron, una vez más, el expediente de que Nicolás es autobusero.
Una simple mirada a las redes sociales de la encumbrada filósofa mostró que sus altas cualificaciones universitarias no tienen mucho que ver con sus sentimientos hacia el pueblo llano. Mensajes cargados de odio, invocaciones a la violencia, rechazo al diálogo y la conciliación, apoyo al golpismo platanero y desprecio por los sectores populares son los verdaderos componentes de la mezcla explosiva que la veterana dama lleva en la cabeza. Es decir, nada distinto a una doñita de El Cafetal de esas que esas que sólo filosofan con las comadres.
Ahora bien, si el supremacismo de estos opositores estuviese dirigido únicamente en contra del gobierno y los chavistas podría ser incluso una herramienta de cohesión interna (perversa, pero herramienta, al fin y al cabo). Sin embargo, no es así y en este punto se halla una de las claves de sus sucesivos fracasos.
Cuando se hace un análisis un poco más detenido del comportamiento de los diferentes factores opositores se puede observar que esas creencias en la propia superioridad, tanto o más que contra los chavistas, se utilizan en la batalla endógena, por el poder doméstico, por el liderazgo del conjunto contrarrevolucionario. Dentro del espectro opositor, muchos se creen más que el resto. “Se las dan de mucho”, como se decía en tiempos de Castaña, la otra María.
La designación a dedo de Yoris fue un acto de altanería típico de los integrantes de las clases sociales pudientes, cuyos retoños son habituados a hacer su voluntad a todo evento. Implicó un desconocimiento absoluto incluso de las primarias que ella ganó (un proceso en el que se complacieron todos sus caprichos, dicho sea de paso), pues en un ambiente de democracia interna tendría que haberse previsto un mecanismo consensual de reemplazo de la candidata, sobre todo porque estaba muy claro que se encontraba inhabilitada, en especial después de que la decisión administrativa fuera ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia.
Muchos esperaban que Machado “entronizara” (o, mejor dicho, que le prestara el trono) a uno de los otros candidatos que participaron en las primarias, pero ella optó por la filósofa desconocida, con el argumento central de que era una persona de su entera confianza, como si en lugar de nombrarla candidata presidencial la estuviera dejando encargada de la finca de recreo de la familia.
A la ciudadana designada así, por decreto real, los partidos de la Plataforma Unitaria tendrían que apoyarla a menos que quisieran “atenerse a las consecuencias”, como amenazó otra de las mujeres del entorno de Machado, Magalli Meda (ahora asilada en la Embajada de Argentina) en una declaración que revela una arista más del complejo de superioridad: el de los que se sienten guapos y apoyaos por el poder imperial.
Machado y su corte llegaron a creer que habían logrado el objetivo de obligar al conjunto de partidos y dirigentes de la Plataforma Unitaria a plegarse ante su orden monárquica, lo que la hubiese convertido, de facto, en la jefa de la oposición, un cargo que está vacante desde que Juan Guaidó decidió renunciar para dedicarse a jugar pádel.
Pero entonces sobrevino el contraataque del otro filósofo, quien no iba a entregar, así como así su capital político (el enclave electoral de Zulia) y mucho menos su capital económico (el hombre no habrá nacido en cuna de oro, pero es multimillonario y quiere seguir amasando fortuna), a cambio de nada. La noche del cierre de las postulaciones, el perro viejo ladró echado, se inscribió con la tarjeta de su partido (suyo, de él), Un Nuevo Tiempo y con la de Fuerza Vecinal, como remache, y envió a Machado de vuelta a su nicho: el de la ultraderecha sifrina, a competir con sus pares “de los apellidos”, como dice el presidente Maduro.
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Macron. Tragando sapos en África y deshojando la margarita en Ucrania.
Sergio Rodríguez Gelfenstein
Durante la semana nos dejaron dos grandes amigos y hermanos, Alexis Texier, chileno, compañero de lucha en aquellos aciagos días de combate frontal a la dictadura cívico militar comandada por Pinochet. Así mismo, partió a la inmortalidad Roberto Cirilo Perdía, líder montonero quien me ayudó a dar los primeros pasos en la vida clandestina en aquellos intensos años 70 y 80 del siglo pasado. Perdía fue un maestro, solidario, fraterno, consecuente hasta el último día, de esos revolucionarios que jamás se rindió y jamás se amilanó. Era de una integridad a toda prueba que desearíamos para los jóvenes que hoy se incorporan a la lucha. Alexis y Roberto. ¡Hasta la Victoria. Siempre. Venceremos!
En días recientes, Francia y su presidente Emmanuel Macron han querido cobrar especial protagonismo en la confrontación contra Rusia haciendo y diciendo cosas que rayan en una irracionalidad pocas veces vista. Pareciera que la política exterior francesa se ha comenzado a construir a partir de perversidades y diletancias poco habituales en un país que fue considerado un pilar de la cultura y la civilización occidental. En el mundo diplomático es conocido que el presidente Sarkozy hizo jugar a Francia un papel determinante en la agresión a Libia (que concluyó con el asesinato de Muamar Gadafi), solo por frustraciones de orden personal que lo llevaron a un odio incontrolable basado en problemas conyugales que atribuía a acciones del líder libio.
Ante esa situación, es válido ahora preguntarse cuáles podrían ser las motivaciones del presidente Macron para hacer pública su animadversión hacia Rusia y su interés en protagonizar y vanguardizar una cruzada europea contra Moscú. Pareciera que en este caso, las razones no son tan mundanas como en el anterior, no obstante, es comprensible la ira del presidente francés al observar que la otrora potencia colonial que hoy dirige, se está desvaneciendo bajo su mandato.
Lo dijo él mismo en marzo del año pasado durante una visita a Gabón cuando afirmó que "la era de la ´Francáfrica` ha terminado", lamentando que todavía se vea a su país como injerencista en los asuntos internos de las naciones africanas. Cuando hizo tal afirmación , había transcurrido poco más de un año desde el inicio de la operación militar especial (OME) de Rusia en Ucrania.
¿Podría decirse que la OME fue causante de la reciente debacle del poder francés en África? Es difícil dar una respuesta terminante en ese sentido, pero, de lo que no cabe ninguna duda es que tal hecho ha tenido una relevante influencia en la decisión de los Estados africanos de alejarse de Francia, lo cual no es más que otra expresión de la crisis estructural de la hegemonía occidental sobre el planeta, sobre todo cuando en sentido contrario, cada vez mayor cantidad de países de ese continente se acercan a Rusia y también a China. Vale recordar que con el ingreso de Etiopía y Egipto al BRICS, el continente africano sumó tres miembros en ese organismo, más que Europa y América que solo tienen uno y solo por debajo de Asia que cuenta con cinco. De manera tal que el protagonismo de África en el mundo nuevo que está naciendo es de indudable relevancia.
La mayor parte de los países africanos se negaron a sumarse al bloqueo mundial que tramó Occidente contra Rusia tras la OME. Más que eso, Mali y Burkina Faso solicitaron a París que retirara las fuerzas militares de sus territorios, dada su total ineficacia en la lucha contra el terrorismo que había sido esgrimida como causa para su presencia en la región. En junio del año pasado, el canciller de Mali, Abdoulaye Diop declaró sin ambages que su país “no quiere que los derechos humanos sean instrumentalizados o politizados, ya que no son prerrogativa de ningún país o civilización” y agregó: “Sorprende que algunos países que han practicado la esclavitud o la colonización, hoy sean los que dan lecciones a otros de derechos humanos”.
El interés económico de Occidente en la región es más que evidente. En particular, en fecha reciente los países del Sahel (Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger) han cobrado especial relevancia por la gran riqueza que guardan en su suelo y subsuelo: Níger tiene entre 5% y 7% del uranio de grado más alto del mundo y la quinta reserva más grande del orbe. Mali tiene grandes reservas de litio, bauxita, mineral de hierro, oro, manganeso y piedra caliza. Chad tiene agua, un activo particularmente valioso en esa parte del mundo.
Los cambios de gobierno protagonizados por jóvenes militares anticolonialistas y defensores de la soberanía de sus países, han desplazado a líderes asentados en el poder gracias al apoyo de las metrópolis, cambiando la cara de la región y en alguna medida, de toda África. Las amenazas de París como respuesta a la decisión de los nuevos gobiernos de expulsar a los militares europeos ha sido respondida con el acuerdo de Mali, Burkina Faso y Níger de ir hacia mecanismos de integración avanzados que incluyan las áreas económicas, financieras y hasta las de seguridad y defensa.
Entre los antecedentes de estos países, además de un pasado colonial común, cabe destacar que en algún momento de su historia reciente contaron con gobiernos socialistas autóctonos que fueron brutalmente combatidos y destruidos por la injerencia de la metrópoli en alianza con Estados Unidos que ahora, de forma oportunista, busca achacar de todos los problemas de África a Francia, a fin de abrirse un espacio que le dé presencia y relevancia en la África del futuro.
Así mismo, los tres países se han visto atacados por fuerzas vinculadas al terrorismo encarnado en Al Qaeda e ISIS que se han filtrado a través de la frontera norte de Malí con Libia tras el asalto dirigido por la OTAN contra Muamar el Gadafi. Por otra parte, la obligación de estos países de utilizar la moneda franco CFA es expresión del control colonial que aún ejerce Francia en la región. Esta moneda está controlada por el Tesoro francés, el 50% de las reservas monetarias deben colocarse en ese país al mismo tiempo que todas las monedas y billetes que siguen vinculadas al euro, se acuñan en la metrópoli.
Las protestas contra el CFA, llamada “la última moneda colonial” ha crecido durante los últimos años, como expresión del rechazo al control colonial francés sobre las finanzas de catorce países africanos. En consecuencia, los llamados al fin del CFA exponen tal vez como ningún otro hecho, el repudio al sistema colonial francés.
Por el contrario, los acuerdos de los países africanos con China y Rusia, marchan a ritmos acelerados. Una visita del canciller ruso Sergei Lavrov a África en febrero del año pasado dejó en claro que los lazos establecidos por la Unión Soviética y mantenidos por Rusia marcan una diferencia en la forma en que Occidente se relaciona con el continente. Tras ese encuentro, Rusia suministró cereales, fertilizantes y combustibles a Mali al tiempo que Lavrov agradecía a ese país por sus votos en la ONU contra la glorificación del nazismo.
Los pueblos africanos no olvidan que en el último medio siglo contaron con el apoyo multilateral irrestricto de la Unión Soviética, incluso en el terreno militar, para sacudirse del colonialismo, dando continuidad a la cooperación en la difícil tarea de erigirse en países independientes. Más recientemente, Rusia se ha encadenado a esa política. Contingentes militares rusos asesoran a los países africanos para entrenar a los militares y ayudarles en la lucha anti terrorista.
Es algo que Francia ni Estados Unidos pueden hacer, sabiendo que han concedido financiamiento, armas y entrenamiento a estos grupos terroristas que han crecido bajo su cobijo en Afganistán, Irak, Siria y otros países. Según lo afirman algunos líderes africanos: “No puedes ser parte de la solución cuando eres parte del problema”.
Francia ha actuado en África a partir de su interés en ejercer influencia política para garantizar sus intereses económicos, en particular la producción de uranio que alimenta sus plantas productoras de energía y que obtiene a bajo costo en Mali. Por supuesto, sus acciones se han visto amparadas en su membresía en la OTAN sirviendo a los intereses globales de esta organización militar terrorista que busca afianzar el mantenimiento de la hegemonía occidental.
De ahí que su pérdida de influencia no solo afecta a la nación gala, también a todo el bloque. La concatenación de hechos y la sucesión de los mismos hablan por si solos. Además de Mali, Burkina Faso y Níger, Chad se está alejando de París y acercándose a Rusia. Este país junto a Mauritania son las últimas reservas de Francia en el Sahel. Pero, yendo más allá, si se toma esta agrupación en su conjunto, y Chad continua su distanciamiento de París, el golpe contra Francia podría ser definitivo sobre todo si Mauritania siguiera el ejemplo.
En una lógica regional, es válido decir que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) un instrumento bajo control colonial que cuenta con casi 400 millones de habitantes y 5.112.903 km², y que tenía 15 miembros, hoy se encuentra en franca crisis. 4 países están suspendidos y de ellos, tres se han ido definitivamente, Burkina Faso, Malí y Níger. El cuarto, Guinea, también es muy probable que se aleje de la organización. Podría decirse que, no obstante a eso, la mayoría permanece, pero debe saberse que los tres que se fueron y el cuarto suspendido, hacen 3.000.000 de km², de los 5.112.903 Km²totales, es decir, un 60%.
En el trasfondo, hay una intencionalidad de darle carácter único y universalizar la cultura occidental como si Occidente fuera todo el mundo. Lo dijo de otra manera el expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo: “ La democracia occidental no ha logrado funcionar de modo adecuado en África, ya que fue impuesta por los colonizadores”. El exmandatario nigeriano fue más explícito: “El ejercicio de la democracia de tipo occidental ha fracasado en el continente africano porque, con ese modelo político, se pasa por alto la opinión de la mayoría de la población”, resaltando que tal democracia constituye "un gobierno de pocas personas sobre toda la gente, y estas pocas personas son los representantes solamente de una parte de la gente, no los representantes de toda la gente de pleno derecho".
En este contexto, en vez de la democracia liberal occidental, Obasanjo opinó que en el continente debía aplicarse la "democracia afrocéntrica", diferente al sistema democrático occidental, ya que dicho sistema no tenía nada que ver con la historia y la cultura de los pueblos del continente. Finalizó afirmando que: "La fragilidad y la inconsistencia de la democracia liberal tal y como se practica, deriva de su historia, contenido, contexto y práctica", por lo cual, debería "cuestionar su desempeño en Occidente".
Será muy difícil que Europa -por su convicción de ser un jardín rodeado de selva como lo afirmó Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad- pueda aceptar un mundo multicultural, multiétnico y multipolar. Mucho menos que su concepto de democracia sea cuestionado y puesto en entredicho.
Pero los nuevos líderes de Mali, Burkina Faso y Níger Assimi Goita, Ibrahim Traoré y Abdourahamane Tiani respectivamente, han comprendido la situación, han aprendido de su pasado y de los errores cometidos por algunos de sus predecesores como Kwame Nkrumah y Thomas Sankara y se dieron cuenta que el panafricanismo “debe ser algo más que una teoría contenida en libros superventas o escondida en discursos para agradar a las multitudes”.
Ahora, estos nuevos líderes están demostrando inteligencia estratégica y han comprendido que la principal alianza debe ser entre los militares y los pueblos para que estos se conviertan en activos sujetos de la gestión política del Estado. Pero han ido más allá, están construyendo mecanismos comunes de defensa y seguridad como estipula la Carta constitutiva de la Alianza de Estados del Sahel formada inicialmente por los tres países. Su capacidad y visión de futuro los ha llevado a producir radicales cambios incluso para elegir sus aliados y trazar un rumbo distinto en el escenario internacional. En esa medida, han expulsado a los franceses, al tiempo que establecen sólidas relaciones con Rusia.
Washington y sobre todo París, “sangran por la herida”. Es la única manera de explicar la estupidez estratégica que resuma Macron y sus adláteres, suponiendo que van a conseguir en Ucrania lo que han perdido en África. De ahí el anuncio de enviar tropas a combatir en ese país. No contentos con la muerte de decenas de mercenarios que suponiendo que el “allons enfant de la patrie” los autoriza a guerrear contra cualquier pueblo del mundo y olvidando la derrota de Napoleón a las puertas de Moscú en 1812, Macron pretende escalar la participación francesa en Ucrania. Vale destacar que Napoleón que sí era un gran estratega, no un banquero mediocre como Macron tratando de jugar a la guerra, fracasó estrepitosamente en su intento de someter a Rusia.
Pero Macron no es el único soñador incapaz en Francia. Para satisfacer a su cabecilla, el jefe del Estado Mayor de las fuerzas terrestres del país, general Pierre Schill, afirmó que “el ejército francés está listo para luchar con Rusia”. Para esa misión cuentan con 15 mil hombres aunque podrían llegar a concentrar 20 mil.
La manera de hacerlo, fue explicada por el coronel y “experto” francés Vincent Arbarétier, en el canal LCI de la televisión francesa. Según él, existen dos escenarios: el primero es concentrar ese contingente de tropas francesas a lo largo del río Dniéper y el segundo en la frontera con Bielorrusia. En esa situación, si Rusia no se detiene, “corre el riesgo de quedar bajo nuestro fuego, incluyendo el fuego no convencional”. En su opinión, Rusia no considerará el hecho mismo del despliegue de tropas francesas como una provocación, pero se verá obligada a negociar en las condiciones de Francia. Si no fuera porque lo escuché, habría dicho que era inverosímil que un oficial de academia haya expresado tal idiotez.
¿Sabrá este “experto” que Rusia tiene casi un millón de efectivos sobre las armas y 2 millones en la reserva y que Francia solo cuenta con 205 mil en activo y 35 mil en la reserva? ¿Sabe además que Rusia posee un potencial de movilización de hasta 71 millones de combatientes y que Francia solo podría movilizar 30 millones? (todas cifras del Global Firepower 2022, una institución muy lejana de Putin y de Rusia).
Y si de “fuego no convencional” se trata (OJO, esto fue mencionado por el “experto” coronel Arbarétier, no por el presidente Putin ni por los generales Shogun o Guerásimov), Rusia posee 5.580 ojivas nucleares y Francia, 280. Además Rusia cuenta con misiles hipersónicos de tipo Zircon, Kinzhal y Avangard mientras que Francia no posee ninguno y tampoco tiene tecnología para interceptarlos, por lo que cualquier objetivo en territorio francés desaparecería en 3 minutos. Ese es el tiempo máximo que duraría una guerra de Francia contra Rusia.
Se podría comprender el desánimo de Macron por su derrota en África, pero es difícil entender su disposición a hacer desaparecer su país en menos de 3 minutos solo para ser famoso sirviendo a los intereses de Estados Unidos.
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