¿Por qué se sorprende por los avances de la ultraderecha? I Por:Sergio Rodríguez Gelfenstein // Guía para entender próximas elecciones presidenciales // Drama opositor: Por: “filósofo”? (+Clodovaldo)
¿Por qué se sorprende por los avances de la ultraderecha? I
LA CRUZ GAMADA TOMADA PARA LA IDENTIFICACIÓN DE LOS SEGUIDORES DEL FASCISMO
Sergio Rodríguez Gelfenstein
Hace 100 años, en 1924, después de ocho meses en prisión, Adolfo Hitler salió de la cárcel a donde había recalado tras intentar un golpe de Estado el año anterior. Durante su estadía en el penal, esbozó las primeras páginas de su obra “Mi lucha” en la que exponía algunos fundamentos básicos de su pensamiento incluyendo la exacerbación del nacionalismo extremo, el antijudaísmo y el anticomunismo. Un siglo después, sus ideas siguen vivas y se propagan por toda Europa, esta vez teniendo a Ucrania como centro de basificación y expansión.
Hoy, igual que hace 100 años atrás el fascismo se prepara para tomar el poder. Hoy como hace 100 años atrás, el mismo se esconde detrás de ideas socialistas. Hoy como hace 100 años atrás, la crisis económica es el caldo de cultivo para su irradiación. Hoy como hace 100 años atrás, le echan la culpa a “los otros”, en aquella época a comunistas y judíos, hoy a los rusos.
Tal vez la única gran diferencia entre ambos momentos es que en el siglo pasado tales ideas se difundían a partir de un líder mesiánico y violento y ahora, lo mismo ocurre tras dirigentes mediocres, ignorantes y bastante limitados, algunos incluso, mucho más que Hitler aunque igualmente violentos. En esa época, el líder asumió la ejecución del plan e involucró al pueblo alemán en él. Hoy, los dirigentes europeos dejan que Estados Unidos lo conduzca, que los ucranianos pongan la “carne de cañón” mientras ellos se limitan a someter a sus pueblos a la inflación, la crisis económica, el fin del estado de bienestar y el empobrecimiento paulatino.
El objetivo es el mismo y los resultados también. Pronto Europa será presa del extremismo de derecha, el supremacismo, el racismo y la crisis. Pero esta vez no vendrá el ejército rojo soviético a salvarlos y no habrá plan Marshall para su ”recuperación” porque en este caso, ha sido Estados Unidos el que ha provocado esta crisis, a fin de someter a Europa y llevarla a la total insignificancia como actor político internacional.
No, el soldado Ryan no los podrá salvar, sencillamente porque no tiene capacidad para hacerlo. Sus prioridades son Ucrania (contra Rusia), Israel (contra Irán) y Taiwán (contra China). No ha podido evitar que sus portaviones sean expulsados del mar Rojo por los baratos pero eficientes misiles yemeníes, reiterando lo ocurrido en el Mediterráneo cuando los portaviones yankis intentaron amenazar al Líbano y Hezbollah, -sin necesidad de lanzarlos- le mostró a la marina yanki sus poderosos misiles antibuques que la hicieron huir a toda velocidad de ese mar; tampoco ha conseguido impedir que la cúpula de hierro israelí no sea penetrada por los misiles de Irán; no ha logrado que Corea del Sur sea inmune a las bolsas de mierda que le envían desde el norte; y ha sido imposible para Washington que los africanos no expulsen a Francia – y a ellos mismos en algunos casos- de su territorio; tampoco ha conseguido que Cuba, Nicaragua y Venezuela se rindan y ni siquiera que Arabia Saudita continúe en el acuerdo del Petrodólar. ¿Cree alguien que podrá salvar a Europa de la debacle nazi fascista que la acecha?
Aunque los juicios de Nuremberg, establecieron jurídicamente la derrota del fascismo y el concepto de “crímenes contra la humanidad”, Occidente se encargó de proteger a muchos nazis y fascistas para utilizarlos en la modernización de su aparato industrial, en particular el de carácter militar, de forma especial aquel que se vinculaba a la propagación del uso de las armas atómicas que habían tenido su acta de nacimiento en Hiroshima y Nagasaki.
Hay que recordar que en 1933, Hitler -como Zelenski en 2019- llegó al poder legalmente por vía electoral en un tiempo de gran malestar social y político del país. La crisis económica de la posguerra había devastado a Alemania causando hiperinflación y devaluación de la moneda. Hitler logró capitalizar el descontento a través de la violencia. Años después, uno de sus discípulos venezolanos Henrique Capriles llamó a descargar la rabia a través de la violencia, causando muerte y devastación.
Cuando el partido nazi de Hitler fracasó en su golpe de Estado, recurrió a la “democracia” para hacerse del poder. La crisis de los años 30 del siglo pasado potenció el discurso nazi. El pueblo alemán que padecía desempleo, hambre, pobreza e indigencia, empezó a exigir cambios y ante la inexistencia de alternativas populares y democráticas, comenzaron a ver con buenos ojos a los nazis.
En las elecciones parlamentarias de 1930, el partido de Hitler obtuvo 18% de la votación, pero lo siguieron considerando una fuerza marginal. Mientras eso ocurría, los nazis manipulaban las esperanzas, temores y prejuicios de los ciudadanos. Junto a ello, volcaron toda la responsabilidad de la situación en judíos y comunistas.
En julio de 1932 hubo nuevas elecciones, los nazis recibieron el voto favorable del 37% de los votantes, más que cualquier otro partido, pero en unos nuevos comicios realizados en noviembre de ese año, bajaron a 33%, aunque continuaron siendo el partido mayoritario. Se transformaron en un recurso imprescindible para el funcionamiento institucional del país. Conociendo el poder acumulado, se negaron a establecer alianzas con cualquier otro partido, exigiendo además que Hitler fuera nombrado canciller federal (primer ministro). Aunque en un primer momento. el presidente Paul Von Hindenburg se opuso a tal exigencia, terminó cediendo y designando a Hitler canciller de Alemania el 30 de enero de 1933. Pensaron que lo podían controlar. Craso error. Aunque durante los primeros meses de su mandato respetó la constitución democrática de Alemania, con el paso del tiempo, comenzó a tomar medidas para destruir al sistema a fin de instaurar la dictadura. Tras la muerte de Von Hindenburg en agosto de 1934. Hitler se proclamó Führer (líder) de Alemania. A partir de ese momento, fue el dictador de Alemania. Cualquier coincidencia con la situación actual no es casualidad porque los gérmenes del nazi-fascismo nunca fueron exterminados.
Veamos. Después de la derrota alemana en la 2da. Guerra mundial, altos cargos militares de las fuerzas armadas alemanas (Wehrmacht) encontraron cobijo en Occidente. Luego, a partir de 1949 cuando se creó la OTAN, ocuparon importantes responsabilidades en su mando, precisamente cuando se estaba elaborando la doctrina y consolidando la estructura. Algunos de ellos fueron:
Adolf Heusinger. Jefe de operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Terrestres de la Wehrmacht. Presidente del Comité Militar de la OTAN (1961-1964).
Hans Speidel. Jefe del Estado Mayor del mariscal de campo Erwin Rommel
Comandante en jefe de las Fuerzas Aliadas de la OTAN en Europa Central (1957-1963).
Johannes Steinhoff, Piloto destacado de las fuerza aérea (Luftwaffe) al mando de Herman Goering. Presidente del Comité Militar de la OTAN (1971-1974).
Johann von Kielmansegg. Oficial del Estado Mayor del Alto Mando de la Wehrmacht. Comandante en jefe de las Fuerzas Aliadas de la OTAN en Europa Central (1967-1968).
Ernst Ferber. Teniente coronel del Estado Mayor de la Wehrmacht
Comandante en jefe de las Fuerzas Aliadas de la OTAN en Europa Central (1973-1975)
Karl Schnell. Primer oficial del Estado Mayor General del 76to. Cuerpo Panzer (blindados). Comandante en jefe de las Fuerzas Aliadas de la OTAN en Europa Central (1975-1977).
Franz-Joseph Schulze. Oficial de la Luftwaffe, condecorado con la Cruz de Hierro (una de los máximas galardones alemanes). Comandante en jefe de las Fuerzas Aliadas de la OTAN en Europa Central (1977-1979).
Ferdinand von Senger und Etterlin. Teniente general del Grupo Panzer. Comandante en jefe de las Fuerzas Aliadas de la OTAN en Europa Central (1979-1983).
De esta manera, el espíritu y la doctrina nazi fascista se impregnó en la OTAN desde su fundación. De igual manera, los descendientes de los nazis siguen teniendo mucha influencia en la Europa actual. En un ensayo publicado en julio de 2022, transformado en libro en 2024, el doctor en Estudios Alemanes y Relaciones Internacionales David. A Hughes, investigador asociado de un Grupo de Trabajo sobre Propaganda y "Guerra contra el Terrorismo" global del 11 de septiembre expone algunas similitudes entre la Alemania nazi y la respuesta a la pandemia de covid-19 como expresión de los intentos de derrocar la democracia liberal utilizando técnicas de guerra sicológica aprendida de los nazis. El libro, según sus editores “…proporciona un análisis completo y detallado de las continuidades entre la economía política de la Alemania nazi de la década de 1930 y la economía política de Occidente desde 2020”.
Según Hughes, esto ha producido un “siniestro resurgimiento” del nazismo en la democracia, ofreciendo evidencia convincente para demostrar “que los peores elementos del Tercer Reich no fueron derrotados en 1945, sino que fueron incubados en secreto en preparación para su eventual regreso”. Para lograrlo, Wall Street se apoyó en la CIA a fin de proteger e insertar a los jerarcas nazis en las sociedades occidentales, la mayor parte de las veces en total secreto.
Esto llevó al abogado alemán Reiner Fuellmich fundador de un bufete que está considerado entre los 20 mejores de su país en materia de protección de inversiones, a decir que ahora los alemanes estaban “ luchando contra la misma gente que deberíamos haber derribado hace 80 años”. Fuellmich afirmó que los verdaderos criminales eran aquellos que estaban en la cúspide del sistema capitalista y que ahora, como en 1920 y 1930, buscan recurrir al totalitarismo para hacer frente a la aguda crisis del capitalismo.
Por su parte, en el ensayo de Hughes titulado “Wall Street, los nazis y los crímenes del Estado Profundo” se explica en detalle que:
- Wall Street siempre ha estado vinculado al nazismo a fin de arrasar con las demandas de los trabajadores.
- Los nazis llegaron al poder, construyeron su industria y fueron a la guerra con el respaldo de Wall Street.
- El fracaso de la desnazificación después de la Segunda Guerra Mundial se debió a que Wall Street controló el nombramiento de los funcionarios responsables de desnazificar y gobernar la República Federal, y algunos ex nazis pasaron a asumir posiciones muy poderosas, por ejemplo, el Príncipe Bernardo de los Países Bajos, que sirvió a principios de la década de los años 30 del siglo pasado en las Schutzstaffel (SS, organización paramilitar al servicio de Hitler y el partido nazi en Alemania y en toda Europa) antes de unirse a IG Farben (conglomerado alemán de compañías químicas, renombrada posteriormente Pfizer que producía la sustancia utilizada por los nazis en las cámaras de gas). Bernardo fue cofundador del Grupo Bilderberg en 1954.
- Estados Unidos reclutó activamente a más de 1600 científicos, ingenieros y técnicos nazis a través de la “Operación Paperclip”.
Hughes, afirma que Hitler fue, quizás, “el primero en ver que la democracia liberal puede ser subvertida jugando con los miedos inconscientes de las masas” agregando que: “Si se presenta una amenaza existencial, las masas pueden ser inducidas a sacrificar la libertad por la promesa de seguridad”.
Otros nazis con influencia en el mundo de la posguerra fueron Kurt Kiesinger, que se convirtió en canciller de Alemania Occidental (1967-1971) a pesar de haber tenido fuertes vínculos con el canciller nazi, Joachim von Ribbentrop, el ministro de propaganda Joseph Goebbels y Franz Six, que dirigía los escuadrones de la muerte en Europa del Este. Kiesinger fue un asiduo asistente a las conferencias de Bilderberg.
Así mismo, Kurt Waldheim, ex oficial de inteligencia de la Wehrmacht nazi, quien entre 1972 y 1981 fue secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y posteriormente presidente de Austria (1986-1992)............
CONTINUARÁ
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Guía para entender próximas elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela 28 de julio de 2024
HECHOS Y DATOS
1.- Trece (13) candidatos respaldados por treinta y siete (37) organizaciones políticas cumplieron con todos los requisitos legales y se inscribieron ante el Consejo Nacional Electoral para optar a la Presidencia de la República en elecciones generales el 28 de julio venidero.
2.- De los trece (13) candidatos doce (12), (el 92%) pertenecen a factores de la oposición al Gobierno Bolivariano, así como veintiseis (26) de las treinta y siete (37) organizaciones políticas, es decir el 70%.
3.- El Presidente y candidato a la reelección Nicolás Maduro Moros fue postulado como candidato por once (11) organizaciones políticas integrantes del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar.
4.- Solamente el Partido Socialista Unido Venezuela avaló la postulación de su candidato Presidente con las firmas de más de cuatro millones y medio (4.500.000) simpatizantes, militantes y dirigentes de base, que realizaron asambleas consecutivas en 269.000 calles, 50.000 comunidades y 14.000 centros electorales, donde el PSUV cuenta con estructuras organizativas que cubren todo el territorio nacional.
5.- Todos los candidatos y organizaciones políticas se presentaron ante el CNE, bajo las mismas condiciones, requisitos y lapsos, (sin ningún impedimento impuesto en particular) para concretar su participación en el proceso electoral del 28 de julio de 2024.
6.- Por la oposición participan 26 organizaciones políticas de diverso origen y trayectoria: desde partidos como Acción Democrática y Copei, emblemas del antiguo régimen bipartidista, hasta nuevas alianzas como Fuerza Vecinal, surgido recientemente de la disidencia opositora frente a la extrema derecha nacional.
*Inconsistencias y falsedades*
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Ley Orgánica de Derechos Electorales (art 47) establece que únicamente tendrán derecho a postular candidatas y candidatos para los procesos electorales:
1. organizaciones con fines políticos
2. los grupos de electores o electoras
3. Los ciudadanos o ciudadanas por iniciativa propia
4. Las comunidades u organizaciones indígenas
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1.- Solo una opción aspirante no cumplió con los requisitos para inscribir candidatos a los comicios presidenciales. Vente Venezuela no es un partido nacional acreditado ante el CNE. De hecho, no ha participado en ninguna elección arbitrada en Venezuela. Se dio a conocer internacionalmente a través de unas muy cuestionadas primarias de la oposición en 2023, con un enorme despliegue de propaganda internacional, pero realizadas sin registro de votantes y con el único arbitraje de la organización Súmate, de la cual la Sra. María Machado es parte fundadora.
2.- Como Vente Venezuela no es un partido habilitado ante el CNE, estaba obligado a establecer consensos con organizaciones debidamente habilitadas para esta elección presidencial 2024. Supuestamente había logrado acuerdo previo con la coalición Mesa de Unidad Democrática (MUD) y Un Nuevo Tiempo (UNT).
2.- La candidata postulada inicialmente por este sector sabía desde el comienzo que no podría participar en los comicios. Su inhabilitación data del año 2015, cuando ejercía como diputada a la Asamblea Nacional y aceptó ocupar un lugar como embajadora alterna del gobierno de Panamá en una sesión plenaria de la OEA, para solicitar -como agente de un gobierno extranjero- que se sancionará a Venezuela mediante la aplicación indebida de la Carta Democrática Interamericana. Violó el juramento que hizo a la Constitución e incumplió la norma legislativa.
Sin tarjeta electoral y sin opción de participar ¿por qué el empeño de seguir “hasta el final”?
3.- Cuando ya se vencía el plazo de inscripción, la señora Machado “madrugó” a sus aliados y designó “a dedo” una candidata hasta ahora desconocida por todos, llamada Corina Yoris -¿porque le coincide en el nombre de pila bautismal? Los partidos cuyas tarjetas sí estaban habilitadas para inscribir candidatos, decidieron entonces retirarle el apoyo.
4.- Cada partido tiene un representante legal con potestad y clave exclusiva para incorporar datos al sistema electoral ¡por supuesto¡ No puede cualquier persona entrar “de paso” e inscribirse como candidata. Por esta razón y por ninguna otra, la Sra Yoris no pudo entrar en el sistema, lo cual le sirvió de excusa perfecta pa instalar la narrativa de la “prohibición orquestada por el chavismo”.
5.- Lo que sí ocurrió y es un hecho jurídico hoy por hoy es que los partidos de oposición que retiraron el apoyo a Corina Yoris inscribieron sendos candidatos que sí participarán en las elecciones del 28 de julio: Manuel Rosales por Un Nuevo Tiempo y Edmundo González por la Mesa de Unidad Democrática (MUD).
6.- La aspirante hubiese podido tomar la tercera opción establecida en la Ley Orgánica de Procesos Electorales: la Iniciativa Propia. En es caso, según lo previsto en el art. 52, debían presentar ante el CNE firmas de respaldo correspondientes al 05 por ciento del último padrón electoral para avalar la candidatura. La pregunta es ¿por qué no lo hicieron, si tienen -como dicen- el apoyo de mas de 2 millones de votantes en las primarias de la llamada Plataforma Unitaria 2023?
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Asistimos a una operación de propaganda internacional para imponer una narrativa de guerra sobre Venezuela. La verdad es que desde hace rato la extrema derecha no tiene apoyo nacional y está perdiendo el respaldo internacional. Su agenda nunca fue electoral, por eso desde el principio saboteó toda posibilidad de lograr una candidatura de consenso de la oposición. Su interés es sostener el manido el relato de “la tiranía” para promover sanciones, bloqueos y la intervención extranjera directa que desaloje al chavismo de poder por vía violenta, ya que -lo sabe- no tiene condiciones para conseguirlo por la vía de los votos.
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Drama opositor: ¿Cómo pasar de una candidata filósofa a un candidato “filósofo”? (+Clodovaldo)
Entre filósofos se verán … ¿Quién lo hubiera dicho? En un abrir y cerrar de ojos, los militantes de cierto sector de la oposición pasaron de tener como candidata principal a una filósofa de alto coturno (pero con la perniciosa manía de escribir tuits barriobajeros) y asumieron al irónicamente llamado “filósofo del Zulia”, que nunca ganará un debate en torno a la dimensión ontológico-hermenéutica, pero —como buen perro viejo— late echado.
Este fue el repentino desenlace de la etapa de postulaciones y primeras lloraderas en el seno de esa parte de la oposición. Así que los dirigentes, activistas y simpatizantes de este segmento se han visto —o van a verse pronto— en la obligación de hacer malabares argumentativos para pasar de la idolatría a las personas que pueblan las alturas académicas, a la veneración de las astucias (parafraseando el título de un libro de Juan Nuño, uno de nuestros auténticos pensadores), porque el líder zuliano no calificará como intelectual, pero ¡vaya que le sobra maña!
Me explico, no vaya a ser que esto de volverse hermético sea un mal contagioso: la gente afín de María Corina Machado ya se estaba preparando para hacer una campaña en la que el currículum universitario de la doctora Corina Yoris era la cachiporra para apalear a los ignaros e iletrados chavistas, pero ahora tendrán que acomodarse mentalmente para dar sus alegatos a favor de… ¡Rosales!
Caramba, vaya bajón eléctrico este. Para los cristianos parece un castigo de Dios, aplicado en plena Semana Santa, y para los creyentes en la astrología, un rebote karmático de la temporada de eclipses. En cualquier caso, luce como una manera de que purguen sus espíritus de ese afán supremacista tan mal llevado que siempre los conduce a adorar a gente con mucha ilustración (o fama de tenerla) pero poca empatía con el pueblo, cuando no con un odio directo y espeluznante hacia los pobres y excluidos.
¿Cómo llegó esa parte de las oposiciones a semejante dilema que deja en pañales a la Paradoja de Epiménides? [En esta paradoja, el también filósofo Epiménides, que no es maracucho, sino cretense, afirma que “todos los cretenses mienten siempre” y entonces, ¿cómo saber si su premisa es cierta o falsa, ya que él también es cretense? Pero ese es otro tema].
La respuesta a esa pregunta (a la del comienzo del párrafo anterior, no a la de la paradoja) hay que buscarla buceando en las profundidades de la mentalidad escuálida, una tarea siempre bastante penosa, dicho sea, sin ofender. Veamos.
Anclados en el supremacismo
Todas nuestras oposiciones (son nuestras, nadie nos la puede quitar) han tenido, en mayor o menor medida, actitudes supremacistas frente al fenómeno del chavismo.
Ese supremacismo se ha expresado en lo social, lo étnico y lo académico e intelectual desde aquellos días en que las clases medias que se creen altas salieron a exigir que “¡con mis hijos no te metas!”. Tenían a sus pequeños cursando estudios en colegios de curas y monjas, pero a la vez estaban muy preocupados de que los malucos comunistas les lavaran el cerebro.
Fue el tiempo en el que los señorones y las señoronas se autodenominaron “la gente decente y pensante de este país” y descalificaron al comandante Chávez porque era zambo, llanero y faramallero (o sea, tipo pueblo).
Cómo olvidar el complejo de superioridad de los ejecutivos de Petróleos de Venezuela que se consideraban (y lo fueron, hasta que se tiraron por un barranco) un Estado dentro del Estado, una élite que no tenía por qué obedecer órdenes de un teniente coronel balurdo que no hablaba inglés y cantaba joropo.
En fin, ese supremacismo racial, social y académico-intelectual ha tenido múltiples manifestaciones hasta hoy (incluyendo algunas definitivamente criminales), pero para abreviar el recuento, digamos que la más prominente y actual expresión de esa manera de estar en el mundo, María Corina Machado, considerándose “dueña” de toda la oposición (ser dueña es su esencia, desde que estaba en pañales), apareció públicamente para anunciar a su candidata designada, Corina Yoris. Y punto.
La sustituta fue presentada como uno de esos seres superiores, no por ser tan oligarca como su tocaya, sino por ser una lumbrera de la filosofía, la literatura y la historia. Sus promotores se ufanaron de las credenciales universitarias de Yoris, y sacaron, una vez más, el expediente de que Nicolás es autobusero.
Una simple mirada a las redes sociales de la encumbrada filósofa mostró que sus altas cualificaciones universitarias no tienen mucho que ver con sus sentimientos hacia el pueblo llano. Mensajes cargados de odio, invocaciones a la violencia, rechazo al diálogo y la conciliación, apoyo al golpismo platanero y desprecio por los sectores populares son los verdaderos componentes de la mezcla explosiva que la veterana dama lleva en la cabeza. Es decir, nada distinto a una doñita de El Cafetal de esas que esas que sólo filosofan con las comadres.
Ahora bien, si el supremacismo de estos opositores estuviese dirigido únicamente en contra del gobierno y los chavistas podría ser incluso una herramienta de cohesión interna (perversa, pero herramienta, al fin y al cabo). Sin embargo, no es así y en este punto se halla una de las claves de sus sucesivos fracasos.
Cuando se hace un análisis un poco más detenido del comportamiento de los diferentes factores opositores se puede observar que esas creencias en la propia superioridad, tanto o más que contra los chavistas, se utilizan en la batalla endógena, por el poder doméstico, por el liderazgo del conjunto contrarrevolucionario. Dentro del espectro opositor, muchos se creen más que el resto. “Se las dan de mucho”, como se decía en tiempos de Castaña, la otra María.
La designación a dedo de Yoris fue un acto de altanería típico de los integrantes de las clases sociales pudientes, cuyos retoños son habituados a hacer su voluntad a todo evento. Implicó un desconocimiento absoluto incluso de las primarias que ella ganó (un proceso en el que se complacieron todos sus caprichos, dicho sea de paso), pues en un ambiente de democracia interna tendría que haberse previsto un mecanismo consensual de reemplazo de la candidata, sobre todo porque estaba muy claro que se encontraba inhabilitada, en especial después de que la decisión administrativa fuera ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia.
Muchos esperaban que Machado “entronizara” (o, mejor dicho, que le prestara el trono) a uno de los otros candidatos que participaron en las primarias, pero ella optó por la filósofa desconocida, con el argumento central de que era una persona de su entera confianza, como si en lugar de nombrarla candidata presidencial la estuviera dejando encargada de la finca de recreo de la familia.
A la ciudadana designada así, por decreto real, los partidos de la Plataforma Unitaria tendrían que apoyarla a menos que quisieran “atenerse a las consecuencias”, como amenazó otra de las mujeres del entorno de Machado, Magalli Meda (ahora asilada en la Embajada de Argentina) en una declaración que revela una arista más del complejo de superioridad: el de los que se sienten guapos y apoyaos por el poder imperial.
Machado y su corte llegaron a creer que habían logrado el objetivo de obligar al conjunto de partidos y dirigentes de la Plataforma Unitaria a plegarse ante su orden monárquica, lo que la hubiese convertido, de facto, en la jefa de la oposición, un cargo que está vacante desde que Juan Guaidó decidió renunciar para dedicarse a jugar pádel.
Pero entonces sobrevino el contraataque del otro filósofo, quien no iba a entregar, así como así su capital político (el enclave electoral de Zulia) y mucho menos su capital económico (el hombre no habrá nacido en cuna de oro, pero es multimillonario y quiere seguir amasando fortuna), a cambio de nada. La noche del cierre de las postulaciones, el perro viejo ladró echado, se inscribió con la tarjeta de su partido (suyo, de él), Un Nuevo Tiempo y con la de Fuerza Vecinal, como remache, y envió a Machado de vuelta a su nicho: el de la ultraderecha sifrina, a competir con sus pares “de los apellidos”, como dice el presidente Maduro.
Culpar al “régimen” para no culparse
El giro de la telenovela opositora a propósito del cierre del lapso de postulaciones también puso de manifiesto una característica muy resaltante de este segmento del espectro político nacional: tienen conflictos internos que llegan a ser irreconciliables y como consecuencia de ellos, sufren feas derrotas, pero siempre prefieren atribuirle las culpas al gobierno, a la Revolución, al “régimen”, a la “dictadura”.
El giro de la telenovela opositora a propósito del cierre del lapso de postulaciones también puso de manifiesto una característica muy resaltante de este segmento del espectro político nacional: tienen conflictos internos que llegan a ser irreconciliables y como consecuencia de ellos, sufren feas derrotas, pero siempre prefieren atribuirle las culpas al gobierno, a la Revolución, al “régimen”, a la “dictadura”.
Y llegan a unos extremos ridículos. Por ejemplo, una de las afirmaciones más reiteradas y absurdas de los opositores es que sus divisiones son producto de maquiavélicas manipulaciones de un gobierno al que, contradictoriamente, subestiman y consideran brutísimo.
[Es raro porque para dividir a gente inteligente hay que serlo también. ¿Cómo puede una bestia poner a pelear a unos genios? Pero, de nuevo, ese es otro tema].
Es una aseveración superficial, que encubre las verdaderas causas de la obcecada tendencia a pelearse internamente que, desde hace 25 años, muestra este segmento político.
De entrada, es una necedad quejarse de eso porque desde que el mundo es mundo todo contendiente (en la guerra, la política, el mercado, el deporte y hasta en ámbitos más domésticos) intenta dividir al rival para ganarle.
Todo gobierno busca la manera de fragmentar a la oposición y toda oposición intenta dividir al gobierno. Acusar al adversario de hacerlo, no puede tacharse ni siquiera de infantil, porque los niños entienden desde muy temprano esto del divide y vencerás.
Es como acusar a la defensa de un equipo de fútbol de impedir que los delanteros del otro equipo unan sus esfuerzos y talentos para meter gol. ¡Qué estupidez, si ese es uno de los fundamentos del juego!
De hecho, la dirigencia opositora y su maquinaria mediática han trabajado con ahínco desde el principio para dividir al chavismo. Llevan ya un montón de años alimentando chismes sobre los odios internos, solo que también en eso han fracasado.
Pero el punto crucial aquí es que, al culpar al chavismo de sus retorcidas divisiones, la oposición evita analizar las causas reales de ese fenómeno que, sin duda, ha sido uno de los motivos centrales de sus derrotas electorales.
No hace falta ser un estudioso muy aventajado de la política para entender que incluso si el gobierno no pusiera de su parte para ayudarlos a fragmentarse, las fuerzas opositoras lo harían con gran empeño. Lo estamos viendo en eso que ahora se llama tiempo real.
Escuchar a Machado (y ver su lenguaje gestual) descalificando al resto de los opositores y enterarse de las trastadas que algunos de estos le han hecho a ella para cobrarse esas ofensas son pruebas irrefutables de que tenemos una oposición que no necesita que la ataquen desde afuera para ir haciéndose pedazos. Se bombardea sola.
Puro medio, pura red.
Otro rasgo que permitió ver el episodio de Machado-Yoris-Rosales fue el sesgo interno de la maquinaria mediática y de redes. Resultó evidente que estaba a favor de la maniobra del nombramiento de la candidata fantoche y por ello ha atacado a quienes no quisieron acatar el ukase de la zarina Machado. Los han fustigado con la misma o mayor intensidad que la dedicada habitualmente al gobierno y al Consejo Nacional Electoral.
Medios, periodistas e influencers ovacionaron la jugada de Machado, y no se ahorraron epítetos positivos, tales como genialidad estratégica o lección de mercadeo político. Los precoces análisis vaticinaban que Yoris sería apoyada por todos los sectores opositores, que se convertiría en un fenómeno electoral y que ya Maduro podía pensar en rendirse, entregar el poder y ponerse su braga anaranjada.
Cuando ocurrió el episodio de “cinco pa las doce”, el aparato mediático y de redes operó igual que Machado y los dirigentes de Vente: lanzando improperios furiosos contra Rosales, igual como ya lo habían hecho contra los otros candidatos postulados.
Pese a que muchos de esos medios, periodistas e influencers fingen ser objetivos y neutrales, se sumaron casi en pleno a fraguar las fake news según los cuales la profesora Yoris no pudo postularse por órdenes directas del gobierno, una matriz tan exitosa que hasta Lula da Silva y Petro le han hecho coro.
Pero, aquí cabe una advertencia: Esos medios y comunicadores tendrán que hacer la misma transición por la que está pasando la militancia rasa del oposicionismo: olvidarse de la eminente filósofa que pudo haber sido y no fue, y disponerse a corregirle la plana —cada vez que sea necesario— al filósofo del Zulia, y a venerar sus astucias. Por suerte para algunos, es un trabajo que pagan bien.
(LaIguana.TV)




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