Albert Camus

 


Albert Camus

 

 Albert Camus, 7 de noviembre de 1913 - Villeblevin, Francia, 4 de enero de 1960  fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en la Argelia francesa. Su pensamiento se desarrolla bajo el influjo de los razonamientos filosóficos de Schopenhauer, Nietzsche y el existencialismo alemán.

Se le ha atribuido la conformación del pensamiento filosófico conocido como absurdismo, si bien en su texto «El enigma» el propio Camus reniega de la etiqueta de «profeta del absurdo». Se le ha asociado frecuentemente con el existencialismo, aunque Camus siempre se consideró ajeno a él. Pese a su alejamiento consciente con respecto al nihilismo, rescata de él la idea de libertad individual.

Formó parte de la resistencia francesa durante la ocupación alemana, y se relacionó con los movimientos libertarios de la posguerra. En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad».

Biografía

Primeros años

Nació en una familia de colonos franceses (pieds-noirs) dedicados al cultivo de anacardo en el departamento de Constantina. Su madre, Catalina Elena Sintes, nació en Birkadem (Argelia) y su familia era originaria de San Luis (Menorca). Su padre, Lucien Camus, trabajaba en una finca vitivinícola cerca de Mondovi para un comerciante de vinos de Argel, y era de origen alsaciano, como muchos otros pieds-noirs que habían huido tras la anexión de Alsacia por Alemania después de la guerra franco-prusiana. Movilizado durante la Primera Guerra Mundial, fue herido en combate durante la batalla del Marne y falleció en el hospital de Saint-Brieuc el 17 de octubre de 1914, hecho que propició el traslado de la familia a casa de la abuela materna en Argel. Quedó huérfano de padre antes de cumplir el año. De su progenitor, solo conservó una fotografía y una significativa anécdota: su señalada repugnancia ante el espectáculo de una ejecución capital.

Su niñez transcurrió en uno de los barrios más pobres de Argel, y con ausencia absoluta de libros y revistas. Gracias a una beca que recibían los hijos de las víctimas de la guerra, pudo comenzar a estudiar y a tener los primeros contactos con los libros. En medio de dificultades económicas, cursó su primaria y culminó el bachillerato.

En Argel realizó sus estudios en la escuela primaria y fue alentado por sus profesores, especialmente Louis Germain, a quien guardó total gratitud, hasta el punto de dedicarle su discurso del Premio Nobel, y Jean Grenier, en el instituto, quien lo inició en la lectura de los filósofos, y especialmente le dio a conocer a Nietzsche. En esta época se interesó por las actividades deportivas, especialmente el fútbol, la natación y el boxeo. Fue portero del equipo juvenil de la Racing Universitaire d'Alger de 1928 a 1930. En este último año, sin embargo, comenzó a sufrir ataques de tuberculosis, lo cual detuvo su vida deportiva, y por un tiempo, también sus estudios ​

Posteriormente estudió filosofía y letras y se graduó con una tesis sobre la relación entre el pensamiento clásico griego y el cristianismo a partir de los escritos de Plotino y,san Agustín. Fue rechazado como profesor a causa de su avanzada tuberculosis, por lo que se dedicó al periodismo como corresponsal del Alger Républicain. En 1939 se presentó al ejército como voluntario, pero no le aceptaron por su delicada salud.

Primeros escritos y carrera

 Comenzó a escribir a muy temprana edad: sus primeros textos fueron publicados en la revista Sud en 1932. Dos años antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Camus fue periodista del Alger Républicain. Ahí publicó distintos artículos que analizan la situación social de los musulmanes en la región de Cabilia. Estos artículos, publicados posteriormente en Actuelles III (1958), llamaron la atención con respecto a las muchas injusticias que posteriormente desencadenaron la Guerra de Argelia de 1954. Camus se relacionó más con corrientes humanitarias, más que político-ideológicas, y sostenía la importancia del papel de Francia en Argelia, aunque no ignoraba las injusticias coloniales.​

En 1934, contrae matrimonio con Simone Hié, pero el matrimonio termina rápidamente por infidelidades de ambas partes. En el año 1935, comenzó a escribir El revés y el derecho, el cual fue publicado dos años más tarde. En esta primera publicación, describe la situación de su vida en los años de su niñez, y retrata figuras importantes para él, como son su madre, su tío y su abuela. En Argel funda el Teatro del Trabajo, que en 1937 reemplaza por el Teatro del Equipo, el cual buscaba llevar obras de calidad a las clases trabajadoras. En 1938 publicó Nupcias, obra conformada por una serie de meditaciones líricas sobre el campo de Argelia; presenta la belleza natural como una forma de riqueza que todo ser humano, hasta el más pobre, puede disfrutar. En esos años, Camus abandona el Partido Comunista por serias discrepancias, como el Pacto germano-soviético y su apoyo a la autonomía del PC de Argelia respecto al Partido Comunista Francés.

Entra a trabajar en el Diario del Frente Popular, creado por Pascal Pia: su investigación La miseria de la Kabylia tiene un resonante impacto. En 1940, el Gobierno General de Argelia prohíbe la publicación del diario y maniobra para que Camus no pueda encontrar trabajo. Él emigró entonces a arísy trabajó como secretario de redacción en el diario Paris-Soir. Este mismo año, se casó con Francine Faure, pianista y matemática. Con ella tuvo un par de mellizos, Catherine y Jean. Al poco tiempo, mantuvo un amorío público con la actriz española María Casares que duró dieciséis años ​con una breve interrupción de dos años. A pesar de las numerosas aventuras extramatrimoniales de Albert Camus, él y su segunda esposa (Francine Faure), siempre se amaron [Catherine Camus - L'Obs, 20 de noviembre de 2009]. En 1942, publicó su primera novela El extranjero. Ese mismo año, publicó El mito de sísifo, donde desarrolla sus ideas sobre el absurdo. En 1943, trabajó como lector de textos para Gallimard, importante casa editorial parisina, y tomó la dirección de la publicación de resistencia Combat cuando Pascal Pia fue llamado a ocupar otras funciones en el movimiento contra los alemanes.

En la posguerra, tras la salida de los alemanes, siguió editando esta publicación, la cual mantuvo una postura independiente de izquierda, basada en los ideales de justicia y verdad. En 1944 y 1945, respectivamente, escribió las obras El malentendido y Calígula, ambas consideradas como teatro del absurdo. En 1947 publicó su segunda novela, La peste.

El anarquista Andre Prudhommeaux lo introdujo en 1948 al movimiento libertario, en una reunión del Círculo de Estudiantes Anarquistas, como simpatizante que ya estaba familiarizado con el pensamiento anarquista. Camus escribió a partir de entonces para publicaciones del movimiento; fue articulista de Le Libertaire (precursor inmediato de Le Monde libertaire), Le révolution proletarienne y Solidaridad Obrera (de la CNT). En 1949 viaja a América del Sur (Brasil, Argentina y Chile). Camus, junto a los anarquistas, expresó su apoyo a la revuelta de 1953 en Alemania Oriental.

En 1951, publicó su ensayo El hombre rebelde, el cual provocó el antagonismo de críticos marxistas y otros teóricos cercanos al marxismo, como Jean-Paul Sartre

En esta época comenzó a apoyar distintos movimientos anárquicos, primero a favor del levantamiento de los trabajadores en PoznanPolonia, y luego en la Revolución húngara. Fue miembro de la Fédération Anarchiste.

En 1956, en Argel, Camus lanzó su «Llamada a la tregua civil», pidiendo a los combatientes del movimiento independentista argelino y al ejército francés, enfrentados en una guerra sin cuartel, el respeto y la protección sin condiciones para la población civil. Mientras leía su texto, afuera, una turba heterogénea lo injuriaba y pedía su muerte a gritos. Para él, en aquella guerra, su lealtad y su amor por Francia no impedía el cabal conocimiento de la injusticia que vivía el pueblo argelino, depauperado y humillado, como tampoco podía impedir su amor por Argelia que se reconociera deudor de una lengua, una cultura y una sensibilidad política y social indisolublemente unidas a Francia.

Últimos años y muerte

Al margen de las corrientes filosóficas, Camus elaboró una reflexión sobre la condición humana. Rechazó la fórmula de un acto de fe en Dios, en la historia o en la razón, por lo que se opuso simultáneamente al cristianismo, al marxismo y al existencialismo. No dejó de luchar contra todas las ideologías y las abstracciones que alejan al hombre de lo humano. Lo definió como la filosofía del absurdo. Fue un convencido anarquista, y dedicó parte importante de su libro El hombre rebelde a exponer y cuestionar sus propias convicciones, y demostrar lo destructivo de toda ideología que proponga una finalidad en la Historia.

En 1956 publicó La caída, y en 1957 la colección de cuentos El exilio y el reino.

Este mismo año (1956) obtuvo el Premio Nobel de Literatura, a los 44 años de edad.​

Pasó las vacaciones de Año Nuevo de 1959-1960 en su casa de Lourmarin, Vaucluse, con su familia y su editor Michel Gallimard, de Éditions Gallimard, junto con la esposa de Gallimard, Janine, y la hija de estos. La mujer y los hijos de Camus regresaron a París en tren el 2 de enero, pero Camus decidió volver el 4 de enero en el lujoso Facel Vega Facellia FV3B de Gallimard.

Cerca de Sens, en Le Grand Fossard, en la pequeña localidad de Le Petit-Villeblevin, el coche chocó contra un plátano en una larga recta de la Route Nationale 5 (actual RN 6 o D606). Camus, que iba en el asiento del copiloto, murió en el acto, a la edad de 46 años. Gallimard falleció pocos días después, aunque su mujer y su hija resultaron ilesas.

Entre los papeles que se le encontraron, había un manuscrito inconcluso, El primer hombre, de fuerte contenido autobiográfico.

Camus fue enterrado en Lourmarin, pueblo del sur de Francia.

En 2011 se publicaron especulaciones no confirmadas sobre la implicación de la KGB en el accidente.​

Pensamiento filosófico

A través de sus escritos, Camus explora la condición humana de aislamiento dentro de un universo que llega a parecer ajeno, el extrañamiento del ser humano hacia sí mismo, el problema del mal y la fatalidad de la muerte. Se considera que su pensamiento representa la desilusión de los intelectuales en la época de la posguerra. Sin embargo, aunque entendía el nihilismo de muchos de sus contemporáneos, defendía valores como la libertad y la justicia. En sus últimos trabajos, esbozó un humanismo liberal que rechazaba los aspectos dogmáticos del cristianismo y el marxismo. El hombre siempre se encuentra en una «condición absurda», en «situaciones absurdas». Camus afirmó en 1956, en una entrevista publicada por Le Monde:

«No creo en Dios, es verdad. Y, sin embargo, no soy ateo. Incluso me siento inclinado, con Benjamin Constant de Rebecque, a ver en la irreligión algo de vulgar y de..., sí, de deteriorado».

Absurdismo

Esta idea del absurdo presupone que el ser humano busca un significado del mundo, de la vida humana y de la historia, el cual sustente sus ideales y valores. Se desea la seguridad de que la realidad es un proceso teleológico inteligible, que contiene un orden moral objetivo. Puesto en otras palabras, se busca una certeza metafísica de que la vida es parte de un proceso inteligible direccionado a un objetivo ideal, y que detrás de los valores personales se encuentra el sustento del universo o de la realidad como totalidad

Los líderes religiosos y los creadores de sistemas y visiones del mundo metafísicos han tratado de saciar esta necesidad. Pero sus interpretaciones del mundo no se sostienen ante la crítica. El mundo se revela, para un ser humano sensible, sin ningún propósito o significado determinado. El mundo no es racional. De ahí surge el sentimiento del absurdo (le sentiment de l'absurde).​

Hablando estrictamente, el mundo no es absurdo por sí mismo: simplemente es. “El absurdo surge de la confrontación entre la búsqueda del ser humano y el silencio irracional del mundo”.​ Lo llama “nostalgia irracional y humana”, y ocurre cuando nuestra necesidad de significado se quiebra ante la indiferencia del mundo, inamovible y absoluta. Por lo tanto, el absurdo no es un estado autónomo; no existe en el mundo, sino que surge del abismo que nos separa de él.​

Este sentimiento puede manifestarse de distintas maneras, como por ejemplo: la percepción de la indiferencia de la naturaleza ante los valores y los ideales del ser humano, la consciencia de la fatalidad de la muerte, o el impacto provocado por la percepción del sinsentido de la cotidianidad. Camus exhorta a la exploración de este silencio como búsqueda de verdad, aunque en ella se vuelva más latente el silencio del mundo. “Buscar lo que es verdad no es buscar lo que se desea”.​

Camus trata frecuentemente el problema del suicidio. Esta acción, sin embargo, no es la acción recomendada por Camus. En su opinión, el suicidio es rendirse ante el absurdo. La dignidad humana se rebela cuando se vive en la consciencia del absurdo, y aun así uno se rebela contra él a través de un compromiso con sus propios ideales. Él deja claro que el hecho de que cada persona pueda encontrar sus propios valores, no quiere decir que se recomiende el crimen: “Si todas las experiencias son indiferentes, la experiencia del deber es tan legítima como cualquier otra. Uno puede ser virtuoso por capricho”

Camus sostenía el origen humano de todo juicio moral. Él, aunque no aceptaba para sí mismo el cristianismo, lo reconocía como una forma válida de significar al mundo; rechazaba la institución de la Iglesia, a la cual consideraba alejada de su inspiración original. Sin embargo, pensaba que la moralidad, en tanto que humana, debe separarse del pensamiento religioso: “Cuando el hombre somete a Dios a un juicio moral, lo mata en su corazón”

Estaba convencido de que el hombre no puede vivir sin valores; si uno elige vivir, por ese mismo hecho afirma un valor, el que la vida vale la pena de ser vivida o que puede hacerse digna de ser vivida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA FUGA DEL CUARTEL SAN CARLOS. // Gran Guerra Patria de la Unión Soviética. Preparando la batalla final: Sergio Rodríguez Gelfenstein

Fentanilo. El uso de la droga como política. (Sergio Rodríguez Gelfenstein) / ¡EEUU AUTO INVASIÓN O MUERTE DEL CAPITALISMO! / Egipto deporta a periodista venezolana Hindu Anderi 9

"EL PORTEÑAZO"; A la Memoria de la primera víctima del Porteñazo: Anita Pérez; 2 de Junio 1962 / PROHIBIDO OLVIDAR, Orlando Arciniegas / Estados Unidos siempre necesita justificaciones Sergio Rodríguez Gelfenstein